Las farmacias que realizan mediciones de materiales usados en preparaciones magistrales y dispensación deben tener acceso a una balanza de torsión Clase III para prescripciones bien mantenida que cumpla con los requisitos del Instituto Nacional de Normas y Tecnología (NIST, por sus siglas en inglés), o mejor (preferiblemente una balanza electrónica) para pesar masas con exactitud. La farmacia debe tener un conjunto de pesas para calibración, o la balanza debe tener una función de calibración interna para estandarizar la precisión y exactitud de la balanza.