INTRODUCCIÓN Y ALCANCE

La coagulación de la sangre es uno de los pasos de la hemostasia necesarios para detener el sangrado. La cascada de coagulación se produce mediante la activación de diversos factores de coagulación en la sangre, que incluyen el factor VIII (FVIII) y el factor IX (FIX). Existen dos metodologías principales que se usan para evaluar la potencia de los concentrados de FVIII y FIX destinados al tratamiento de la hemofilia A y B: el método de coagulación de una etapa (OS, por sus siglas en inglés) y el método de sustrato cromogénico (CS, por sus siglas en inglés). Para ambas metodologías, es necesario usar un estándar de referencia o de potencia que permita realizar el cálculo de la potencia relativa. La orientación y las recomendaciones sobre la selección del método y el estándar de referencia dependen de diversos factores, entre ellos, las prácticas de los laboratorios locales y las consideraciones reglamentarias.