TEORÍA
La espectroscopía Raman es una técnica espectroscópica vibracional. Es complementaria a la espectroscopía en el infrarrojo medio (IR) y en el infrarrojo cercano (NIR) donde existe un centro de simetría, porque ambas técnicas se basan en la interacción con la estructura molecular del material. El efecto Raman en sí mismo surge como resultado de un cambio en la polarizabilidad de enlaces moleculares durante un determinado modo vibracional y se mide como radiación dispersada inelásticamente, mientras que la intensidad de la absorción en las longitudes de onda del IR o NIR se presenta debido a las diferencias en los momentos dipolares. La espectroscopía Raman es especialmente sensible a los enlaces no polares (p. ej., enlaces C-C, simples o múltiples) y, por ello, los osciladores de dipolos fuertes no muestran dispersión Raman debido a que la geometría molecular no da lugar a la polarizabilidad. La apariencia de un espectro Raman es similar a la de un espectro de absorbancia IR. Las intensidades, o el número de fotones Raman contados, se grafican en función de las energías de desplazamiento. El eje x generalmente se denomina “Desplazamiento Raman/cm−1” o “Número de onda/cm−1”. El desplazamiento Raman normalmente se expresa en términos de número de onda y representa la diferencia de energía entre la energía del fotón incidente y la energía del fotón dispersado inelásticamente. Asimismo, el agua, que tiene un espectro de absorción IR fuerte, solo muestra una señal Raman característica débil y es un disolvente útil para esta técnica. Las intensidades y características espectrales de la espectroscopía Raman y la espectroscopía IR/NIR son, por lo tanto, diferentes para la mayoría de las moléculas orgánicas y, por ello, se pueden usar los espectros de las diferentes técnicas para complementar la especificidad y la caracterización.